Guiando a los dolescentes en el desarrollo del Funcionamiento Ejecutivo

May 02, 2024By Gloria
Gloria

Como terapeuta especializada en niños y adolescentes y madre de dos adolescentes en pleno fragor de la vida estudiantil, he acumulado una vasta experiencia en el apoyo a los estudiantes con su funcionamiento ejecutivo. No desaprovecho ninguna oportunidad para fortalecer la independencia y la toma de responsabilidad en ellos.

Claro está, este proceso viene acompañado de errores, pero es fundamental recordar que los errores son parte integral y necesaria del crecimiento.

¿Pero qué constituye exactamente el funcionamiento ejecutivo? Las funciones ejecutivas son esas habilidades de autorregulación que utilizamos diariamente para planificar, organizar, tomar decisiones y aprender de nuestras experiencias pasadas. Desde tareas rutinarias como ducharse hasta proyectos más complejos como elaborar un informe, los niños dependen de estas habilidades para desenvolverse en su día a día.

Por tanto, si eres padre o madre de un estudiante de secundaria, sabrás que esta etapa conlleva un notable crecimiento y desarrollo.

No obstante, mantener la calma y la paciencia con tu hijo adolescente en estos cruciales años de formación no es tarea sencilla. Recientemente, mi hijo regresó a casa después del colegio para informarme que había olvidado su sudadera en el colegio. Y este tipo de episodios son moneda corriente en nuestra vida cotidiana: ya sea una sudadera olvidada, una cantimplora extraviada o cualquier otro objeto.

Intento respirar profundamente (muy profundamente) en tales momentos. A veces, mi hijo recuerda volver por lo que ha olvidado, lo cual es un pequeño triunfo en sí mismo.

Es importante comprender que los niños no nacen con habilidades de funcionamiento ejecutivo, pero la investigación neurocientífica nos ha enseñado que el cerebro humano es adaptable, especialmente durante la infancia y la adolescencia. Nuestros cerebros pueden moldearse y transformarse para adquirir nuevas habilidades con práctica y repetición, un fenómeno conocido como neuroplasticidad.

Los estudiantes tienen numerosas oportunidades para desarrollar el funcionamiento ejecutivo durante la secundaria. En un mundo ideal, los adolescentes contarían con modelos de estas habilidades tanto en el hogar como en el aula, pero ¿cómo pueden los padres contribuir a este proceso?

A continuación, presento 9 estrategias que los padres de estudiantes de secundaria pueden implementar para fomentar el desarrollo del funcionamiento ejecutivo en sus hijos.

Durante la secundaria, el cerebro de los adolescentes está en constante ebullición, lo que puede resultar muy distractor y abrumador para ellos. Además, de repente, se ven enfrentados a una multiplicación de su independencia y responsabilidades.

Es natural que sus habilidades de funcionamiento ejecutivo flaqueen en ocasiones. Afortunadamente, como padres, podemos desempeñar un papel fundamental en guiarlos a través de esta etapa de transición, complementando las actividades llevadas a cabo por los maestros en el aula.

1- Reconocer el crecimiento.

Es importante elogiar los avances. Al igual que cuando éramos adolescentes, es fácil para los adultos centrarse en los comportamientos negativos, por lo que es crucial reconocer los logros, por mínimos que parezcan, de nuestros hijos. Observa otras oportunidades para resaltar lo que tu hijo hace bien, reforzando así el desarrollo de la función ejecutiva durante la adolescencia, como levantarse sin ayuda, organizar la mochila o cumplir con sus responsabilidades sin recordatorios.


2- Autodefensa

Enseñar a los adolescentes a defenderse y comunicarse de manera efectiva es fundamental para su éxito futuro. Si, por ejemplo, un familiar está enfermo y tu hijo necesita más tiempo para terminar un trabajo escolar, anímalo a comunicarse con su profesor. No solo será apreciado por el docente, sino que también será una habilidad invaluable para su vida académica y profesional.


3 - Tomarse un momento

Aprender a detenerse y reflexionar es esencial para desarrollar un sólido funcionamiento ejecutivo. Como los olvidos son algo frecuente en mi casa, ahora le pido a mi hijo que haga una pausa antes de salir de casa, repasando mentalmente todo lo que necesita llevar consigo. El cerebro de un adolescente está constantemente en movimiento, por lo que detenerse un momento es fundamental para que puedan concentrarse y organizarse.


4 - Anotarlo

Nunca subestimes el poder de hacer listas. En lugar de hablarles de "planificadores", muestra a tus hijos cómo utilizar listas de verificación para organizarse. Puedes pedirles que escriban lo que necesitan hacer y recordar durante la semana en un papel. Con suerte, esto los ayudará a adoptar herramientas de organización más sofisticadas por su cuenta.


5 - Establecer prioridades

En la secundaria, las tareas y actividades pueden acumularse rápidamente, por lo que es fundamental que los adolescentes aprendan a priorizar. En nuestro hogar, por ejemplo, establecemos límites claros sobre el uso de dispositivos electrónicos antes de terminar los deberes. Sin embargo, es importante involucrar a los adolescentes en este proceso, permitiéndoles participar en la toma de decisiones sobre qué tareas priorizar.


6 - Gestión del tiempo

Una vez que los adolescentes aprenden a priorizar, la gestión del tiempo se vuelve mucho más sencilla. Puedes ayudarles enseñándoles a establecer alarmas y recordatorios para tareas importantes, o utilizando un calendario familiar donde todos puedan ver los compromisos de cada uno. Los adolescentes suelen responder bien a los estímulos visuales, por lo que este enfoque puede resultar especialmente efectivo.


7 - Hábitos y rutinas

Los adolescentes suelen resistirse a la idea de utilizar un planificador físico, argumentando que pueden consultar las tareas en línea. Sin embargo, establecer la rutina de revisar regularmente las asignaciones en línea puede ayudarles a desarrollar hábitos de organización saludables. Además, fomentar rutinas diarias, como dedicar un tiempo específico para hacer la tarea o practicar un instrumento musical, puede contribuir a una gestión más eficiente del tiempo.


8 - Dividir las tareas

En la escuela secundaria, los estudiantes suelen enfrentarse a proyectos y tareas más complejas. Aunque los profesores suelen dividir estas tareas en etapas más pequeñas, es importante que los padres también participen en este proceso. Puedes preguntarles a tus hijos sobre el tema de su proyecto o revisar sus borradores, lo que les ayudará a comprender cómo completar tareas largas dividiéndolas en partes más manejables.


Permitirles probar a su manera Si bien puede resultar tentador intervenir y ofrecer soluciones a cada problema que enfrentan nuestros hijos, es importante permitirles experimentar y encontrar sus propias soluciones.